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viernes, 23 de marzo de 2018

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL JUDAÍSMO VALENCIANO (VIII)




Obtenido de: El rincón del vago



CAPITULO III

GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN DE LAS ALJAMAS JUDÍAS

La aljama proviene del árabe llama que quiere decir asamblea, era el organismo jurídico que aglutinaba a los judíos.
Las aljamas valencianas gozan de autonomía propia y dependen únicamente del rey.
Las aljamas se rigen por privilegios, leyes y reglamentos. Están contenidos en la Biblia y el Talmud.
El poder ejecutivo estaba en manos de los adelantados ( adelantats) y eran los equivalentes a los jurados cristianos. Su numero variaba según la importancia de la aljama.
La aljama disponía de otros cargos elegidos por el Consell y los adelantats pero existía la intervención del rey en la elección. Otro de los cargos importantes era el de clavari que por orden de importancia era el tercero de la aljama y se encargaba de la función económica.
La oligarquía que controlaba las aljamas intentaba mantener su estado de privilegio lo que propiciaba enfrentamientos internos por lo que el rey tenia que mediar para poner paz.
Algunas familias judías obtenían la exención de pagos de tributos por lo que el resto de la aljama protestaba porque esto agravaba mas aun su hacienda.
En 1300 Jaime II tuvo que mediar en las quejas de la aljama de Valencia que protestaba porque los ricos o grandes de la aljama cargaban los impuestos en las clases medias y pobres de la aljama.

CAPITULO IV

LOS JUDÍOS Y LOS PODERES PÚBLICOS

1.Los judíos y la autoridad real

Los judíos eran los “siervos del tesoro real”, por lo que era una garantía para la seguridad y derecho de los judíos, aunque no siempre la Corona supo estar a la altura de las circunstancias como fue lo acaecido a las juderías en 1391.
Los judíos debían pagar unos tributos al rey y fijados por este.
De estos impuesto disfrutaban el rey, la reina o el infante, y comprenden la pecha (peyta), o tributo personal, que abonaba en metálico cada vecino o cabeza de familia. La aljama disponía de autonomía para su reparto interno, La cena que al principio pudo pagarse en especie, se abonaba también en dinero. Reside la denominación de presencia, si la corte reside en la ciudad, o de ausencia si la familia real no se detiene. Su fin era abastecer la mesa real y la de su comitiva.
A esto hay que añadir el “dret de protecció” que las aljamas pagan al rey en Semana Santa para que intervenga en las violencias contra ellos.
A veces el rey eximia a titulo personal el pago de impuestos y también a aljamas enteras en momentos de crisis como guerras, epidemias, etc...
También se eximia del pago a los repobladores de territorios conquistados por la Corona.
El rey también podía pedir subsidios extraordinarios a los judíos, cristianos y moros. Los subsidios se gastaban en guerras, bodas, viajes, etc. ya en el ultimo tercio del siglo XIV se restringieron mas los subsidios y normalmente no superaban el centenar de sueldos.
El baile general estaba dotado para conceder a los judíos salvoconductos, para llevar armas, para tener una segunda esposa, divergencias en el reparto de una herencia...y sobre todo el de mediar en temas jurídicos como eran los criminales y los relativos a los abusos cometidos sobre ellos en general...
Los judíos trabajaron como traductores de árabe para la Corona y de médicos.
Pero su labor mas destacada era la de arrendatario y prestamista, de aquí su visión estereotipada.
Los judíos que por sus servicios prestados al rey se enriquecieron y obtuvieron influencia eran repudiados por los propios judíos ya que se apartaban de las practicas judaicas y también eran repudiados por los cristianos por su enriquecimiento por la Corona.

2.      Las relaciones con las autoridades municipales.

Los ayuntamientos podían redactar cartas para beneficiar a algún vecino judío o también podía hacer lo contrario.
Algunas veces los municipios intentaban que los judíos contribuyeran con sus impuestos por lo que los judíos se quejaban ante el rey ya que estos solo estaban obligados a pegar las pechas reales.

3.      Las relaciones con las Cortes del Reino

Los judíos no tenían representación en las Cortes.
También hay una preocupación en las Cortes sobre las continuas humillaciones que recibían los judíos lo cual manifestaban sus quejas. Sin olvidar una amplia gama de medidas segregacionistas para separa la población cristiana de los judíos, para evitar el contacto entre ambas poblaciones y que los judíos recuerden siempre su inferioridad. Las Cortes también pidieron que los judíos no superaran los limites establecidos en las antiguas juderías.



Las Cortes no fueron especialmente virulentos con el “problema judío”. Simplemente fue el marco donde se mediaban muchas veces las disputas entre ambas comunidades.

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