EL JUDEOESPAÑOL EN INTERNET.
USUARIOS Y RECURSOS
Inés López Fernández
(IES "Cuenca del Nalón" – Langreo)
A todos los miembros de Ladinokomunita
que han colaborado en este trabajo,
especialmente a Rachel Amado Bortnick
- INTRODUCCIÓN.
Las lenguas no son uniformes. En todas ellas podemos observar diferencias de uso tanto sociales (diastráticas), contextuales (diafásicas), como geográficas (diatópicas), que están vinculadas a un determinado espacio político del que esa lengua es propia. El castellano o español no iba a ser menos, pero con una peculiaridad: a sus variantes se suma el judeoespañol, la lengua de los judíos expulsados de la actual España en 1492.
Con las variantes del español de América, el judeoespañol comparte el mismo punto de partida: el español preclásico; pero mantiene una diferencia fundamental: el flujo de hablantes peninsulares hacia América ha sido constante durante muchos siglos, y también ha sido constante la relación con España, primero por ser colonias suyas, y después por seguir relacionándose diplomática y culturalmente con esta. Sin embargo, el judeoespañol resulta ser una isla: no solo no ha mantenido contacto con la metrópoli, sino que además siempre ha estado rodeado de otras lenguas, que eran las que presentaban una superioridad política y un mayor número de hablantes.
Desconocidos para los españoles hasta la segunda mitad del siglo XIX, fue Ángel Pulido Fernández el primero que dio a conocer la existencia de estos descendientes de aquellos expulsados, al encontrarse con algunos de ellos en un viaje por los Balcanes.
Actualmente, los judíos sefardíes se reparten por todos los continentes. Tras los distintos desplazamientos a que se vieron forzados a lo largo de su historia, los casi dos millones de miembros de esta comunidad se encuentran, sobre todo, en Israel y en Francia, pero también en los Estados Unidos, Argentina, Brasil, Cuba, Canadá, Turquía, México y Marruecos, entre otros.
Si las lenguas y sus variantes suelen una historia pareja, el caso del judeoespañol es llamativo por ser completamente ajeno a esta circunstancia. Su particular desarrollo lo convierte en una joya que nos permite acceder –grosso modo- al panorama lingüístico del siglo XV en lo que respecta a la fonología y la morfosintaxis; también ocurre así en el léxico, pero hay que considerar que en este aspecto ha sido inevitable que se haya nutrido de préstamos tomados de las otras lenguas con las que ha mantenido contacto.
Los avatares históricos han convertido a los hablantes de esta lengua en un grupo cada vez menos numeroso. El riesgo, pues, de que llegue a desaparecer es cada vez más evidente, a pesar de los 250.000 hablantes (Pérez: 2005) de que se compone la comunidad sefardí. Es interesante ver qué actividades de todo tipo (institucionales y particulares) se desarrollan para evitar que esta desaparición llegue a ser efectiva.
Las nuevas tecnologías son una herramienta de comunicación muy importante y, en este aspecto, el papel que desempeñan a la hora de establecer contacto entre sí los diversos hablantes, repartidos por prácticamente todos los continentes, es destacado para la conservación de su patrimonio común: la lengua y sus tradiciones.
El análisis de algunos de los recursos de distinto tipo que hay a disposición de los usuarios de Internet es el centro de este trabajo. Al mismo tiempo se intenta un acercamiento al uso de la lengua que los hablantes hacen en la actualidad.
Además de dar una visión general de qué es el judeoespañol, se hace un somero análisis de algunos de los recursos que están a disposición de todos los usuarios de la red de Internet. Este análisis es más exhaustivo con los recursos disponibles en judeoespañol, y se limita a una breve mención en el caso de otros en que la lengua empleada es otra.
El trabajo se inicia con una presentación de la lengua, de sus hablantes y de su historia. El estudio de la lengua exigía, sobre todo, la obra de Hassán y de Díaz-Mas, referencias en el mundo del judeoespañol. A sus estudios se han sumado los de otros autores, la mayoría a disposición de los usuarios en las páginas web del CSIC y del Instituto Cervantes.
En cuanto al análisis de las páginas web en judeoespañol, hemos seguido básicamente cuatro criterios: asociaciones de estudio y difusión del judeoespañol, publicaciones, cursos para aprender la lengua y comunidades virtuales en judeoespañol. Algunas de las páginas web en que se hallan alojados estos recursos están vinculadas entre sí, pero, de todos modos, se ha preferido hacer esta clasificación porque de este modo podremos centrarnos en esos aspectos mencionados de forma unitaria.
2. EL JUDEOESPAÑOL, LA LENGUA DEL PUEBLO SEFARDÍ
Ya en el siglo I d.C., en que Hispania era una provincia romana, se tienen noticias de los asentamientos de judíos en la península Ibérica. No hay noticias de especiales problemas de convivencia durante esta etapa, hasta que el cristianismo se estableció como religión del Imperio (Edicto de Milán, año 313). El Concilio de Elvira, celebrado en los primeros años del siglo IV (posiblemente entre el 306 y el 307) en la Hispania Bética, refleja el recelo que por parte de la Iglesia había hacia los judíos debido a la influencia que estos pudieran ejercer sobre los cristianos de su entorno. En esa época se registran las primeras normas que atacan la consideración de ciudadanos no discriminados por su religión que los judíos habían tenido hasta ese momento: se les prohíbe tener esclavos cristianos, que haya matrimonios mixtos o que judíos y cristianos coman juntos en la misma mesa. Las disposiciones de este concilio se dictaron en fechas próximas al Edicto de Milán (313), por el que Constantino legalizó el cristianismo; y mucho antes de que Teodosio lo proclamara única religión del Imperio (380).
Con la caída del Imperio romano, el arrianismo del reino visigodo garantizó a los judíos nuevamente unas condiciones de vida similares a las de los cristianos. Esta coyuntura cambió radicalmente con la conversión de Recaredo (siglo VI), quien retoma algunas de las disposiciones del Concilio de Elvira. Pero es sobre todo Sisebuto (principios del siglo VII) el que arremete contra la población judía y dicta las primeras normas que obligan a su expulsión en caso de no querer convertirse al cristianismo.
La invasión árabe de la Península (711) -según algunos historiadores, solicitada por los judíos residentes aquí y por los arrianos- supuso un paréntesis en esta situación. El Corán respeta la religión de los pueblos dominados si son monoteístas, “gentes del Libro”, es decir, lectores de la Biblia. Esto garantizaba a los judíos y a los cristianos que quedaron en los territorios ocupados una consideración casi similar a la de los musulmanes en todos los aspectos, exceptuando la imposibilidad de desempeñar cargos políticos o militares.
Las invasiones de almorávides y almohades de los siglos XI y XII, respectivamente, ponen fin a este estado. Profundamente intransigentes en asuntos religiosos, fueron la causa del desplazamiento de los judíos, mayoritariamente a los territorios cristianos peninsulares, donde se asentaron y gozaron, al principio, de los mismos derechos que los cristianos.
Pero esta situación no fue idílica, ya que, aunque muchos reyes –incluso Isabel la Católica lo haría siglos después- asumieron la protección de los judíos, a los que consideraban de su propiedad (en esta tesitura, atacar a un judío suponía atacar una propiedad real), se recordaba continuamente que su linaje era el de los asesinos de Cristo. Así, en las Siete Partidas de Alfonso X:
“Y la razón por la que la Iglesia y los emperadores y los reyes y los otros príncipes sufrieron a los judíos vivir entre los cristianos es esta: porque ellos viviesen como en cautiverio para siempre y fuesen memoria a los hombres que ellos vienen de linaje de aquellos que crucificaron a Jesucristo.”
Séptima Partida, Título 24, Ley 1
A lo largo del siglo XIII se difundieron determinadas leyendas en contra de la población judía, a la que se acusaba de ataques a los dogmas cristianos, como la profanación de hostias. Pero lo definitivo fue que la propaganda clerical antijudía los presentara como el origen de todas las desgracias de mediados del siglo XIV (epidemia de peste negra e inestabilidad política en Castilla). Fue en Andalucía donde el Arcediano de Écija inició los ataques a las comunidades judías en 1390, que se extendieron poco después por todo el reino de Castilla y por el de Aragón. Llegarían al límite con las matanzas de 1391, fecha en que se produjo la primera huida de judíos de la Península al norte de África y la conversión al cristianismo de muchos otros, como asegura Pérez (2005: 130):
“Las autoridades del Estado y de la Iglesia, aunque hubieran condenado las violencias, vieron en ellas una oportunidad para mermar el número de los judíos; consideraron las conversiones como válidas y procuraron ampliar el movimiento iniciado en 1391 por medios menos drásticos pero no menos eficaces: el apoyo prestado a las campañas de evangelización y las medidas legales que tendían a aislar la comunidad hebrea.”
2. 1. La expulsión
A principios del siglo XIV, muchas de las aljamas[1] habían visto mermado el número de sus miembros, cuando no desaparecido, sobre todo en áreas de Aragón. Tanto Juan II de Castilla como Alfonso V de Aragón suavizaron las condiciones de vida de los judíos, pero una nueva dificultad para el poder real y eclesiástico se estaba gestando: las conversiones masivas dieron paso al criptojudaísmo, es decir, abrazar la fe cristiana, pero seguir practicando en secreto la religión hebrea. Para la plebe, sin embargo, ahora el problema era otro: como muchos de los conversos, además, pertenecían a la élite intelectual y económica, ya podían ocupar cargos que antes solo estaban reservados a cristianos, lo que los convirtió en el centro de su odio.
Los judíos habían dejado de ser la preocupación de los reyes, en beneficio de sus antiguos correligionarios.
Para garantizar la ortodoxia cristiana, los Reyes Católicos consiguieron que el papa Sixto IV les concediera el privilegio de nombrar inquisidores, que se materializó con la creación de la Inquisición en 1480, que condenó a muerte a cientos de cristianos nuevos, sobre los que tenía potestad (sobre judíos y musulmanes solo la tenían los reyes).
El Edicto de Granada, firmado por Isabel de Castilla y Fernando de Aragón el 31 de marzo de 1492, impidió definitivamente que los judíos conversos siguieran en contacto con los no conversos: ordenó la expulsión de sus reinos de todos los judíos bajo pena de muerte a ellos y a quienes intentaron ocultarlos.
“Bien es sabido que en nuestros dominios, existen algunos malos cristianos que han judaizado y han cometido apostasía contra la santa fe Católica, siendo causa la mayoría por las relaciones entre judíos y cristianos.
[…] se acordó en dictar que todos los Judíos y Judías deben abandonar nuestros reinados y que no sea permitido nunca regresar.
[…] de la manera que si algún Judío que no acepte este edicto si acaso es encontrado en estos dominios o regresa será culpado a muerte y confiscación de sus bienes.”
En su huida, los judíos emprendieron diferentes caminos, pero mantuvieron siempre un vínculo: el recuerdo de Sefarad, topónimo bíblico con el que la tradición judía había identificado al extremo occidental del mundo conocido hasta entonces.
2. 2. Rutas de la diáspora y asentamientos
La salida de los territorios de Castilla y Aragón ni se realizó desde los mismos puntos ni todas las rutas tuvieron idénticos destinos. Los territorios elegidos fueron tanto musulmanes como cristianos. Por tierra, se optó como destino por Portugal y Francia; por mar, por Marruecos, Italia y el Imperio otomano. Casi siempre mantuvieron contacto entre sí, a pesar de la distancia entre los distintos asentamientos. La suerte que corrieron en cada uno de ellos fue dispar.
Un grupo de expulsados prefirió instalarse en Portugal, donde fueron acogidos a cambio del pago de tributos, pero estos no tardarían en correr la misma suerte que habían corrido en tierras castellanas y aragonesas: en 1496 el rey Manuel I obligó también a su expulsión –y a la de los portugueses- de tierras lusas. La mayoría eligió refugiarse en los Países Bajos, donde el portugués acabaría imponiéndose como lengua de comunicación frente al español en el siglo XVII. Durante los siglos XVI y XVII la población de sefardíes en esta zona aumentó con la llegada de numerosos marranos[2], que vieron en el exilio la única forma de continuar con su verdadera religión, la hebrea.
Un pequeño grupo prefirió refugiarse en el reino de Navarra, aunque parece ser que allí acabaron convirtiéndose al cristianismo, cuando no huyendo a tierras galas, para evitar la expulsión que se decretó en 1498.
También se instalaron en Francia, sobre todo en zonas del sur (Bayona, Toulouse, Burdeos…), y en Italia, donde alcanzaron un gran nivel de desarrollo cultural y editorial (del siglo XVI es la edición de la Biblia de Ferrara, en alfabeto latino), pero en ambos casos acabaron perdiendo la lengua castellana, de la que solo quedaron algunos vestigios en el rito religioso sefardí, que sí mantuvieron.
Otro grupo de expulsados se instaló en Marruecos, donde fueron acogidos por los judíos establecidos en este reino con poco entusiasmo. Los jerifes[3], sin embargo, a cambio de un tributo, les permitieron instalarse en las principales ciudades, donde constituyeron las Santas Comunidades de los Expulsados de Castilla. Durante más de cuatrocientos años vivieron con un sistema particular de organización, que les permitió conservar sus costumbres. Son los únicos que siguieron manteniendo contacto con la Península gracias a la proximidad geográfica.
Otra buena parte de los judíos, invitados por el sultán Bayezid II, se asentó en ciudades del Imperio otomano, que abarcaba entonces todo el Mediterráneo oriental (los Balcanes y Turquía) y prácticamente todo el norte de África hasta Argelia. Como era habitual entre los mandatarios turcos, los diferentes pueblos que vivían en sus dominios podían conservar su propia estructura administrativa y legislativa, al igual que sucedió con los huidos a Marruecos.
Tanto los establecidos al sur del Estrecho como los establecidos en el Imperio otomano destacaron como intermediarios comerciales entre sus países de acogida y otros países europeos. Los primeros, sin embargo, empezaron pronto a dispersarse de nuevo, bien a América, bien a Gibraltar o a Londres. Los segundos se mantuvieron en sus lugares de destino de forma más o menos estable hasta finales del siglo XIX.
Todos conservaron su lengua gracias al particular régimen jurídico en que vivían, que les permitía tener sus propias escuelas rabínicas. Pero la Alliance Israélite Universelle, fundada en 1860 en Francia, tejió su propia red de escuelas, y esto supuso el comienzo del declive para la lengua que los sefardíes habían conservado durante todos los siglos anteriores: el francés empezó a ser visto como la nueva lengua de cultura, válida también para los negocios.
Tras la expulsión de 1492, otros acontecimientos obligaron a los judíos a la dispersión de forma multitudinaria. En el Imperio otomano, los sucesos de fines del siglo XIX (epidemias, crisis económica, asaltos a juderías….) los llevarán principalmente a los Estados Unidos y a Argentina, pero ya a finales de ese siglo XIX y principios del XX se nota una tendencia a establecerse en el actual Israel, primero parte del Imperio otomano y después protectorado británico hasta su independencia en 1948. En Marruecos, las relaciones establecidas con Inglaterra tras la toma de Gibraltar en el siglo XVIII y el establecimiento del protectorado francés en 1912 motivaron nuevos desplazamientos de los sefardíes hacia Europa y América.
Estos movimientos migratorios se intensificaron con la Primera Guerra Mundial y, sobre todo, con la Segunda, como consecuencia de la represión nazi: la shoah[4] supuso la muerte para miles de sefardíes (especialmente grave fue el caso de Salónica: aproximadamente el 98% de los judíos de la ciudad, sefardíes, fue asesinado en campos de exterminio alemanes).
2. 3. Diversidad lingüística de los judíos expulsados
Los judíos que se habían desplazado a los reinos castellanos durante los siglos XI y XII, que en su mayoría tenían el árabe como lengua, fueron adquiriendo la lengua romance de acuerdo a los constantes movimientos fronterizos a lo largo de toda la Edad Media. El reino de Castilla, a partir del siglo XIII, aumentó sus dominios, lo que supuso la extensión del castellano.
En el momento de la expulsión, las lenguas romances de los reinos peninsulares eran:
a) El gallego, que había conocido el esplendor en los siglos XII y XIII con la lírica galaico-portuguesa, recogida en los cancioneros y en las Cantigas de Santa María de Alfonso X.
b) El catalán, que había tenido en Ramón Llull y Ausías March a sus literatos medievales. Se había establecido como lengua de la Confederación Catalano-Aragonesa en el siglo XV.
c) El leonés, lengua del antiguo reino de León, que no había conocido el esplendor literario de otras lenguas peninsulares. Su retroceso frente al castellano vino impuesto por la anexión del reino de León al de Castilla en el siglo XIII.
d) El navarroaragonés, que se encontraba en un proceso de retroceso frente al castellano, al igual que el leonés.
e) El castellano. Lengua del reino de Castilla, en el siglo XIII, gracias a la obra de Alfonso X, empezó a ser asociado como lengua de una nación, de un pueblo. La Escuela de Traductores de Toledo, que con la colaboración de musulmanes, cristianos y hebreos había vertido al castellano el saber de la época, recogido en textos árabes y griegos, fue fundamental en este aspecto.
El judeoespañol no era la lengua de los judíos que vivían en los reinos peninsulares (Lleal: 1992), porque no había un romance judío y un romance cristiano, sino una misma lengua, que en el caso de los textos aljamiados[5] hebreos presentaba alguna peculiaridad léxica por el posible mayor conocimiento del árabe. Con la denominación judeoespañol hay que referirse, entonces, a la lengua posterior a la expulsión.
No se sabe con certeza cuántos judíos fueron expulsados (Pérez calcula que habrían sido entre 50.000 y 150.000) ni cuál era su procedencia, pero sí se sabe que había aljamas en los reinos de Castilla (León, Sahagún, Segovia…) y Aragón (Barcelona, Zaragoza, Valencia...), lo que quiere decir que la lengua de los que partieron no era exclusivamente la castellana.
2.4. Características del judeoespañol
Por lo general, los nuevos asentamientos de judíos tras 1492 se hicieron de acuerdo al lugar de procedencia; lo que significa que la lengua era muy similar en cada uno de ellos. Comoquiera que estas comunidades siguieron manteniendo contacto entre sí, se llegó a una especie de koiné, una lengua común básicamente castellana, en la que se observan rasgos de otras lenguas peninsulares. Esta koiné fue compartida por las comunidades del Mediterráneo oriental.
En Marruecos la lengua, por influencia bereber, tomó unas características que la diferenciaron de la variedad oriental; su proximidad con la península, además, la ha hecho también más próxima al español. A esta variedad de los sefardíes de Marruecos se la conoce con el nombre de haquitía.
Un breve resumen de las características fonológicas del judeoespañol nos ofrece:
o En cuanto al vocalismo, se mantiene el sistema de cinco vocales del español. El cierre de /e, o/ finales en /i, u/ en Bulgaria, Rumania, Croacia y Serbia, Penny (1992) lo explica como rasgo leonés y portugués; y Quintana (2006) por el contacto con los conversos portugueses del siglo XVI que se instalaron en estas zonas.
o El diptongo /wé/ desarrolla un refuerzo articulatorio (/eshwégra/[7]).
o Polimorfismo[8] de /f-/ inicial latina: pérdida (“izites”), conservación (/fažían/, “fierro”) y aspiración (/hwégo/).
o Yeísmo, general en todo el judeoespañol, solución novedosa frente a la conservación de la diferencia de la palatal lateral / l̮ / y de la palatal fricativa /y/ del español.
o Conservación[9] de las sibilantes fricativas medievales /ž, š/ (/ížíko/, /díšo/) y de la diferencia sorda/sonora (/káza/), además de seseo (/barselóna/) y ceceo.
o Metátesis[12] en /dr/ para /rd/ del español: /tádres/.
o Fonema /v/[13]: /avía/, /vá i vén/.
Lo más destacado dentro del plano morfológico es:
o Diminutivos en “-iko, -ika”.
o Imperativo de segunda persona plural en /-aš, -eš, -iš/: “kontash, tenesh, vivísh”.
o Pretérito indefinido en /-í/ para la 1ª persona singular de la primera conjugación (/kasí/).
o Pretérito indefinido en /-ates, -ites/ para la 2ª persona singular (“te kasates”, “komites”).
o Formas compuestas con el verbo “tener”, no con “haber”.
o Pronombre tónico de 2ª persona plural “vos”, y “mos” para la 1ª (“muestro” para el caso del determinante posesivo): “mos daba mi madre”, “kasa muestra”.
La sintaxis ofrece pocas variaciones respecto del español, y las que tiene son consecuencia del calco de construcciones hebreas, como, por ejemplo, la aparición del determinante indefinido /todo/ ante determinante numeral (todas las cuatro partes[14]).
En cuanto al léxico, la convivencia con otras lenguas lo ha definido especialmente. Así, en el caso del judeoespañol de Marruecos, hay que contar con palabras del árabe y de lenguas bereberes; en el caso del antiguo Imperio otomano, por ejemplo, con palabras del turco (musafir), del griego (papu); y también, como consecuencia de la educación recibida en francés y en italiano, con muchas palabras procedentes de estas lenguas (mersi, kamareta).
2. 5. Denominación de la lengua
Si tradicionalmente ladino se refería a la lengua calco, es decir, a la que resultaba de la traducción de los textos religiosos hebreos al castellano (conservaban la sintaxis hebrea, pero no el léxico), y se prefería judeoespañol para referirse a la lengua empleada por los judíos de la península Ibérica en su diáspora, actualmente tiende a haber una cierta confusión o, al menos, una igualación en el empleo de ambos términos, que ya señalaba Rafael Lapesa (1984: 527). Así, nos encontramos con la Autoridad Nasionala del Ladino i su Kultura, institución israelí que se ocupa de la conservación y de la difusión de la cultura y la lengua de los sefardíes, o con la combinación de ladino y judeoespañol que aparece en la página de la Foundation for the Advancement of Sephardic Studies and Culture, que habla tanto de “Ladino Preservation Council” como de “Un sito donde el djudeo-espanyol bive”.
A este respecto, Hassán (1994) aclara:
[…] el primer significado de ladino en sefardí es precisamente ‘significado, interpretación’ (ay munchos que lo meldan y no entienden el ladino de los biervos); luego designa la lengua sefardí, pero no en sí misma, sino en contraposición a la hebrea”.
El término ladino, pues, se emplearía para referirse tanto a la lengua de las traducciones de textos religiosos como a la empleada en textos literarios de todo tipo, cuando no a toda la lengua, fuera cual fuera su uso.
Otras denominaciones son djudezmo y djidió (García Moreno: 2010), que son empleadas también por los hablantes de forma semejante a yiddish, “que los contraponía a otros pueblos (turcos, griegos, eslavos) con los que convivían”; y sefardí o lengua sefaradita, por ser originarios de Sefarad.
Espanyolit es menos habitual que las anteriores, aunque parece alcanzar cierto peso entre los sefardíes residentes en Israel.
Una última cuestión llamativa es la diferencia que hacen algunos hablantes de judeoespañol entre kastilyano y espanyol: emplean el primero para referirse al español en que está escrito este texto y el segundo para aludir a su propia lengua.
2. 6. Grafía de los textos en judeoespañol
Tras su expulsión, los sefardíes asentados en Italia y en los Países Bajos transcribieron sus textos con el alfabeto latino, dejando a un lado la grafía aljamiada (textos romances escritos con caracteres hebreos o árabes), que había caracterizado a las producciones de judíos y musulmanes durante la Edad Media.
En el antiguo Imperio otomano se continuó con la grafía aljamiada (Lleal: 1992), que presentaba tres variantes: en textos impresos, la merubá para los textos religiosos y la rasí en el resto de los casos; el soletreo aparecía en los textos manuscritos. Aunque el alfabeto no tenía vocalización, se había llegado a un sistema, ajustado a lo largo de los años, bastante fiel a la fonética.
A mediados del siglo XIX, la red de escuelas de la Alliance Israélite Universelle se extendió por el Mediterráneo oriental, donde estableció sus centros. Los judíos sefardíes accedieron a través de ella a una educación occidental, básicamente en francés y en italiano. Frente al francés, considerada lengua de cultura, el judeoespañol empezó a ser considerado una lengua no válida para la transmisión del saber científico, y comenzó a verse relegada al ámbito familiar.
En 1928, la reforma de Atatürk en Turquía obligó a escribir en alfabeto latino todas las publicaciones, fuera cual fuera su lengua de producción. Esto significó el fin de los textos aljamiados.
Sin referencias para transcribir los textos con la nueva grafía, se tomó como guía la lengua francesa, de lo que se derivó una vacilación en la lengua escrita que se mantuvo durante décadas, ya que se entremezclaron criterios que aproximaban la grafía a la fonética, al igual que en turco, con otros que reproducían las palabras con etimología idéntica a la francesa de acuerdo con las normas ortográficas de esta.
Para intentar solucionar esta situación, la revista Aki Yerushalayim (a partir de ahora, frecuentemente AY) estableció unas normas ortográficas que hoy sigue buena parte de los avlantes. Aunque intentó hacerse de manera que los textos en judeoespañol fueran accesibles a los lectores de español, se optó por una grafía más acorde con la fonética, que simplifica las distintas transcripciones que un mismo fonema tiene en castellano. Así, por ejemplo, para el fonema /k/, que en castellano puede grafiarse como “c”, “qu” y “k”, el judeoespañol opta únicamente por “k”.
Poco antes, Iacob Hassán (1978), había propuesto que, salvando las diferencias, sería conveniente que la ortografía de los textos en judeoespañol se hicieran siguiendo las normas del castellano, ya que esto permitiría que los millones de hispanohablantes accedieran fácilmente a los textos escritos en esa lengua:
“Sobre una ortografía basada hasta donde sea posible en la del español normativo, los rasgos diferenciales de la fonética sefardí se representan mediante la adición de puntos, tildes u otros signos diacríticos a ciertos letras. Es decir, que de esos signos complejos formados por un elemento letra plus un elemento diacrítico, el segundo indica en qué difiere del normativo en español el valor fonético del primero […]”
Esta propuesta no tuvo éxito entre los hablantes de judeoespañol por la dificultad tipográfica que suponían precisamente esos puntos, tildes y diacríticos. Tampoco ahora resulta factible, ya que, como apuntaba Moshé Shaul, director de la revista AY, Internet es ajeno a los signos diacríticos.
Salvador Plans (2000) se muestra más partidario de la postura de Hassán que de la de AY, ya que considera que, por ejemplo, al transcribir la fricativa /š/ como “sh”, del mismo modo que en inglés, “parece evidente el interés de la Revista por dirigirse a un público lector no exclusivamente sefardí, aunque se diga insistentemente que este es su principal destinatario”.
3. MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN JUDEOESPAÑOL
Se incluyen aquí no solo los medios de comunicación tradicionales (prensa y radio), sino también las asociaciones y centros para la conservación y difusión de la lengua, precisamente por su labor informativa.
Para la selección de estos recursos en judeoespañol disponibles en Internet se ha tenido en cuenta que la lengua en que aparecieran fuera precisamente el judeoespañol y no otra. No se niega la importancia que todas las páginas tienen en cuanto a la intención de conservarlo y difundirlo, pero había que poner algún límite, porque, de lo contrario, sería inabarcable siquiera una aproximación a todo el material disponible.
3. 1. Periódicos
Las publicaciones periódicas en judeoespañol tienen un valor informativo que se limita, por lo general, a lo cultural. No pueden ser contempladas como diarios informativos de carácter general (este aspecto está cubierto por los diarios escritos en las distintas lenguas con las que los sefardíes están en contacto), salvo en el caso del turco Şalom. Las noticias están relacionadas con la actividad de las distintas comunidades sefardíes, con la historia del pueblo judío, con su música, con su literatura y con sus tradiciones.
Aki Yerushalayim[15]
Es una revista fundada en 1979 por el equipo de la emisión judeoespañola de Kol Israel (Radio Israel). Actualmente la publica la asociación Sefarad (Asosiasion para la Konservasion i Promosion de la Kultura Djudeo-espanyola) en colaboración con la Autoridad Nasionala del Ladino i su Kultura. Sus dos fines principales son[16]:
“1. Azer mijor konoser la kultura i el folklor de los djudios sefaradis (de orijin espanyola) ansi ke sus istoria i sus estado aktual.
2. Estimular i ayudar a renovar en la mizura del posible, la aktividad literaria, jurnalistika i folklorika en ladino, kontribuyendo ansi a los esforsos para la konservasion i promosion de esta lengua i de su kultura.”
Esta revista, que estableció las normas ortográficas a que se aludía en el apartado “Grafía de los textos en judeoespañol”, publica dos números anuales, en abril y en octubre (hasta 2005 publicaba tres números anuales). Es posible acceder a ellos vía Internet. Hasta ahora ha editado 92 números, aunque no todos están en formato digital: de los años 1985 a 2004 no están recogidos todos los números publicados, apenas se pueden acceder a un par de ellos y, de estos, a muy pocos artículos, ya que solo hay una selección (ni siquiera aparece el índice en la mayor parte de los casos). El último número que se puede consultar es el de octubre de 2012, según consulta de 25 de junio de 2013.
En sus páginas incluye artículos sobre temas variados. Tomando como modelo este último número –el 92-, se pueden encontrar los siguientes contenidos:
o Historia judía en España: “Existió un Toledo de las tres kulturas?”, de Oscar Monterreal.
o Historia judía en Italia: “Mujeres sefaradis eksepsionales en el djudaizmo de Italia”, de Zelda Ovadia.
o Antología de literatura judeoespañola.
o Nuevas creaciones literarias en judeoespañol (poesías y cuentos).
o Usos y costumbres de los sefardíes.
o Libros y discos: reseñas a publicaciones tanto en judeoespañol como en hebreo.
o Pasatiempos: krusigramas en judeoespañol.
Los muestros[17]
Con la ayuda de la Asociación por el Judaísmo de Bélgica, el Instituto Sefaradí Europeo publica esta revista. Hasta junio de 2013, son 91 los números editados, a razón de cuatro anuales (marzo, junio, septiembre y diciembre). En la red se encuentran periódicos desde 1990, aunque de los primeros años solo se puede acceder al sumario. Algunos de los artículos escritos a partir de junio de 1993 son accesibles a través de la web.
El acceso a la publicación es libre, aunque solicitan a los lectores que se suscriban para ayudar a hacer frente a los gastos de edición.
Casi todos los textos están escritos en francés, aunque hay varios otros en inglés y alguno en djudezmo. No se observa, en los artículos en judeoespañol, una unidad ortográfica (tanto siguen las normas de la revista Aki Yerushalayim como no). Como ejemplo de esto, tomando como referencia el nº 90 (marzo de 2013):
o “Primer universita sefardita de enverano a Sofia”: informa de las distintas actividades llevadas a cabo durante esta reunión académica de verano de 2012, que incluyeron, además de clases de judeoespañol y de historia, visitas a museos y conciertos, entre otras. Entre el 31 de agosto y el 7 de septiembre próximos tendrá lugar la Segunda Universita Sefardita de Enverano. Sigue las normas ortográficas de AY.
o Crónica “Benido ueno, benido claro a mi palacito”, de Sonia Binisti, en la que plasma recuerdos de su infancia en el norte de África. No sigue las normas de AY. Algunos rasgos morfológicos (imperativo) denotan que la lengua no es exclusivamente castellana:
“Pasai, pasai, sentaibos en el cuarto moruno”
o Communauté recordando los diez años de la fundación del Sentro Naime i Yeoshua Salti para los Estudios del Ladino en la Universidad Bar Ilan de Israel. Sigue las normas de AY.
Diyalog (Revista Digital de los judios turkanos de Izmir)
Esta revista, en formato PDF, está escrita en turco y en judeoespañol. Se accede a ella por suscripción. No es un recurso que esté disponible, pues, para cualquier usuario de Internet, aunque sí se difunde a través de este medio.
El amaneser[18]
El semanario político y cultural turco Şalom (Estambul), editado para la comunidad judía, incluye desde el 3 de marzo de 2005 un suplemento mensual en judeo-espanyol. Aunque presenta la posibilidad de acceder a los setenta números publicados, parece no funcionar el enlace a los diez últimos, según la consulta hecha el 29 de junio de 2013 en su página de Internet. Se publica gracias al Sentro de Investigasyones sovre la Kultura Sefaradi Otomana-Turka[19].
Interesado en preservar la tradición cultural sefardí, El Amaneser presenta artículos sobre historia, música, publicaciones, religión, etc.:
o “La prensa djudeo-espanyola en Yerushalayim (1870-1927)”, que informa sobre las publicaciones en judeoespañol que había en Jerusalén durante esos años, de grafía variada: caracteres rasi, alfabeto hebreo o alfabeto latino.
o “Sultan Bayezid Sigundo (1481-1512)”, sobre la invitación a instalarse en Turquía que recibieron por parte de este los judíos sefardíes.
Por su parte, Şalom[20] ofrece semanalmente una página en judeoespañol (10/07/2013):
o “La vida en el umbral mizmo de la muerte”, biografía de Mandela.
o “La restorasion de la sinagoga de edirne se va eskapar a la fin del anyo”.
3. 2. Centros y asociaciones de estudio y difusión de la lengua
Sería una labor ingente presentar todas las páginas que se pueden encontrar en Internet ocupadas en difundir y preservar la cultura sefardí, por eso nos limitaremos a presentar algunas de las que lo hacen en judeoespañol.
Autoridad Nasionala del Ladino i su Kultura[21]
La Keneset[22] aprobó la creación de la Autoridad Nasionala del Ladino i su Kultura (ANL) el 17 de marzo de 1996. Según consta en su página web, tendrá como fines, entre otros[23]:
o “Profondizar al seno del puevlo el konosimiento ta en su página web (de la kultura djudeo-espanyola en todas sus formas, promoviendo para esto la investigasion de esta kultura i su ensenyansa.
o Promover enkorajar i ayudar a la kreasion kontemporanea en ladino.
o Ayudar a la kreasion i buen funksionamiento de institusiones aktivas en el kampo de la kultura djudeo-espanyola.
o Promover enkorajar i ayudar al arekojimiento, dokumentasion i katalogasion de la erensia kulturala djudeo-espanyola, orala i eskrita.
o Promover enkorajar i ayudar a la publikasion de seleksiones de la kreasion kulturala djudeo-espanyola, orala i eskrita, orijinala ansi ke en traduksion al ebreo.”
Cinco universidades (Universidad Hebrea de Jerusalén, Universidad Ben Gurion de Beer Sheva, la Universidad Bar Illan y las Universidades de Tel Aviv y de Haifa), ofrecen cursos sobre el ladino y su cultura, además de conferencias, coordinación de grupos de trabajo, investigaciones, cursos de judeoespañol, etc. Sus destinatarios no son únicamente universitarios, sino cualquier persona interesada en el conocimiento de la lengua y su cultura.
No solo a través de las universidades se lleva a cabo la difusión de la lengua. La ANL organiza también cursos para activistas y coordinadores de judeoespañol. El objetivo es que, una vez realizado el curso, los participantes funden círculos de cultura judeoespañola allá donde viven para ayudar así a difundirla. Actualmente once círculos repartidos por todo el país se empeñan en esta tarea[24] (Ashkelon, Gane-Tikva-Kiryat Ono, Haifa, Hertsliya, Holon, Modiin, Nes Tsiyona, Neve Yarak, Petah Tikva, Rishon Le Tsiyon y Yehud).
Además, gracias a la labor de la ANL, se han realizado diversos trabajos que tienen como objeto la conservación del patrimonio escrito judeoespañol:
o Desde 1998 colabora con la Biblioteca Nacional Universitaria en el Proyecto de Bibliografía Hebrea, cuyo fin es conseguir una bibliografía científica de la creación literaria judía. La ANL se ocupa de la catalogación de los libros en judeoespañol que están en sus fondos.
o Los periódicos (153 en alfabeto rasí y veinte en alfabeto latino) que se encuentran en el Instituto Ben Zvi pudieron ser microfilmados gracias a la labor de la ANL.
En 2011, quince años después de su creación, la ANL corrió el riesgo de ser sustituida por una Autoridad para el Patrimonio de las Komunidades en Israel. Hoy continúa con su labor.
Establecido en Buenos Aires, su página web está escrita en castellano. Informa de las distintas actividades que se realizan en el centro para hacer llegar a todos la cultura sefardí, y de las noticias que pueden ser relevantes para los sefardíes, como la forma de obtener la nacionalidad española por ser miembro de la comunidad.
En este centro se imparten clases presenciales de judeoespañol, pero no hay más información sobre niveles o requisitos para asistir a ellos. Precisamente por esta información es por lo que aparece en este capítulo, a pesar de lo indicado más arriba.
Instituto Sefardí Europeo (I.S.E.)[26]
En 1993, el Instituto Sefardí Europeo creó esta página web, que ofrece los textos en francés y en español en la página de inicio, además de la posibilidad de traducción simultánea de esta a varias lenguas. Los distintos enlaces (varios autores escriben sobre distintos temas) están escritos en francés, pero también hay textos en judeoespañol:
o El gizado desarrollado: la mayor parte de las recetas están en judeoespañol.
o Judeoespañol y haketía, que recoge secciones y artículos en las dos variedades de la lengua. Así:
En haketía:
“Hálaqui q’un diá, Brahám el de Záhra se lebantó con buen humor, se hazeó, dicho tefilá y se fe contento m’a rasú al cahwáj’i de la calle del francés a tomar un bazíto de hierbawéna y unos buñuélos antes de abrir la tienda. Nadie hazia buñuélos como ‘Abdelbáqui el cahwáj’i.”.
“Teshubá en Gehinám”, en el apartado La zoriya de Braham
En judeoespañol:
“El poeta y filosofo, Miguel de Unamuno, definio la lingua komo la «sangre de muestra alma». No ay mejor modo de deskrivir este enlase, muy profonde, ke mosotros tenemos con muestro djudeo espaniol.”
En Las bavajadas de Muchon
o Las emisiones de Edmond, que recoge la transcripción de los programas de radio que Edmond Cohen emite desde 2005 en Muestra lingua, de RCJ - La Radio de la Communauté Juive, 94.8 FM, que se puede oír en París y alrededores.
Ofrece un enlace con Los muestros, revista fundada por este mismo I.S.E.
Ladino. Lengua y cultura[27]
La Asociación Arkadash, de los judíos turcos emigrados a Israel, con ayuda de la ANL, creó esta página para ”konsentrar kuanto mas es posible materiales, notisias i ancha konosensia sovre el ladino i la kultura de sus avlantes (ekspulsados de Espanya). El sitio fue fondado kon el patronaje de la Autoridad Nasionala del Ladino i su Kultura, i operara para krear kolaborasion kon todos los faktores ke operan en el kampo del ladino”.
La página, que está disponible en judeoespañol (lo denominan “ladino”) y en hebreo, siguen las normas ortográficas de ANL, salvo en su título, en que aparece de acuerdo a las normas del castellano (cultura y no kultura).
Además de las recopilaciones de lengua y literatura judeoespañola (diccionario, refranes, cuentos…), patrocina la “Sigunda kompetision de poezia orijinala en ladino”, en colaboración con la ANL, la Asosiasion para la Konservasison de la Erensia del Djudaizmo Sefaradi y el Beit Avot León Recanati (centro de la tercera edad para judíos hablantes de francés y de ladino).
Muchos de los enlaces que ofrece no funcionan (diccionario, recetas de cocina…). Ofrece otros enlaces a la emisión en judeoespañol de Kol Israel y a varios vídeos ubicados en www.youtube.com.
Tiene una nómina de colaboradores habituales. Todos siguen las normas de ANL, pero Matilda Koen Sarano las combina con las normas de acentuación del castellano.
Sentro de Investigasyones sovre la Kultura Sefaradi Otomana-Turka[28]
Fundado en 2003, este centro de Estambul pretende dar testimonio de todo lo relacionado con la comunidad judía de Turquía. Su página web fue creada en abril de 2004 en tres idiomas: judeoespañol, inglés y turco, para dar cabida así a los sefardíes repartidos por todo el mundo.
Entre las finalidades de este centro se incluyen[29]:
o “koleksionar, dokumentar i azer archivos
o soportar la surviviensa de las tradisiones relijiosas i kultural
o soportar la surviviensa del Djudeo-Espanyol: lingua, kultura i muzika
o investigar las diversas komunidades ke egzisten (por egzempio: Edirne, Çanakkale, Selanik, Kirklareli, Antakya etc...); dokumentar sus karakteristikos i las similaridades i diferensias entre sus tradisiones/lingua/gizado etc...”
Gracias a sus archivos es posible acceder a recetas de cocina, archivos musicales, material religioso y literario, fotografías…
Sus investigaciones se encaminan a todo lo relacionado con las ciencias sociales en general (historia, economía, política, lengua…).
Es imposible hacer un seguimiento por años en las diferentes actividades que aparecen reflejadas en el margen izquierdo (recetas, literatura…), porque generalmente no incluye la fecha de las publicaciones.
Incluye el enlace a todos los números que pueden ser consultados de la revista El Amaneser.
Sentro Moshe David Gaon de Kultura Djudeo-Espanyola[30]
La página no solo no está activa, sino que está escrita en hebreo (tan solo su nombre aparece escrito en judeoespañol). Ofrece un enlace a la Universidad Ben Gurion.
3. 3. Radio en judeoespañol y archivos sonoros
Hay pocas posibilidades de acceder a emisiones radiofónicas en judeoespañol a través de Internet, salvando:
o Kol Israel[31] ofrece una emisión diaria de quince minutos, accesible a través de Internet, entre las 19:45 h y las 20:00 hora local israelí. La página está escrita en hebreo.
o Muestra lingua, le judéo espagnol par Edmond Cohen, desde Écoutez Radio J de Paris (http://www.radioj.fr/node/145).
o Radio Exterior de España[32] permite recuperar los archivos de todos los programas que ocasionalmente emite en judeoespañol.
Es posible acceder a varios documentos con imagen y sonido que están alojados en la página www.youtube.com. Estos archivos sonoros pueden ser un interesante material de estudio como ejemplo de lengua viva, no solo desde el aspecto puramente formal de la lengua, sino también desde un punto de vista sociológico (muchos narran su historia personal, la de su familia o la de su entorno). No obstante, hay que ser cautos, porque no todos los archivos están protagonizados por hablantes nativos de judeoespañol, según información de la profesora Rachel Amado, y esto puede plantear dificultades o llevar a equívocos, sobre todo en el plano fonológico.
Algunos de los archivos de imagen y sonido que nos podemos encontrar son:
o
4. CURSOS DE JUDEOESPAÑOL
Alojados en www.youtube.com, actualmente se pueden ver cuatro cursos de judeoespañol. Mayoritariamente emplear la palabra “ladino” para referirse a la lengua.
Sefarad: Aprenda Ladino – Learn Ladino – Judeo-Spanish[36]
Es el curso más reciente (mayo de 2013). Está disponible en el canal de Youtube a nombre de Neshama Lewitt, de quien no tenemos referencias.
La estructura de las cinco lecciones es siempre la misma: se oye la voz del locutor, al tiempo que en pantalla, sobre fondo negro, aparece la transcripción del texto en judeoespañol y en inglés.
Los contenidos están expuestos con criterios gramaticales:
a) Primera lección: fórmulas de saludo (“shalom”, “buena demanyana”, “buenos dias”, “buena tadrada”…) y de presentación (“Komo te yamas?”, “Ande moras?”…).
b) Segunda lección: aprender a preguntar con los pronombre interrogativos /ke/ (“Ke estudias?”, “Ella ke aze?”), /ken/ (“Ken es akel ombre?”, “Kon ken avlas?”) y /kual/ (“Kual livro es?”).
c) Tercera lección: nuevas fórmulas interrogativas, esta vez con “Kuando?” y “Kuanto?”, además de “Ke tipo de…?”.
d) Cuarta lección: amplía los contenidos de las lecciones anteriores con “Por ke?”, y presenta las interrogativas totales (“Te plaze viajar?”).
e) Quinta lección: da a conocer los determinantes numerales cardinales (desde el uno hasta el millón) y los ordinales.
Ladino (djudeo-espanyol)[37]
Las grabaciones están a disposición de los usuarios de Internet desde el 19 de junio de 2012. No hay referencias sobre quién lo colgó. El número de audiciones es muy irregular: más de 1.100 la primera lección, y menos de 500 la segunda.
Todas las grabaciones se inician en inglés, indicando el número de la lección y su título. Los destinatarios han de ser conocedores de judeoespañol o de español (no es un nivel inicial).
Al tiempo que se sigue la audición, puede leerse gracias a los subtítulos en judeoespañol, con una ortografía que combina la grafía propuesta por AY y los acentos gráficos según las normas del castellano.
Los contenidos están expuestos de acuerdo a criterios funcionales de la lengua:
a) Primera lección ( : una conversación telefónica entre dos amigas es la excusa para hablar de las relaciones familiares y sociales (“la ija de”, “De ké alkunya es?”…). Son evidentes algunos rasgos del francés por el léxico (“mersí”, “au revoir”) y por la fonética (acentuación aguda) con que se pronuncian algunas palabras (/pianó/).
b) Segunda lección (“Ánde moras?): dos amigas que se preguntan por el lugar donde viven. Se continúa la presentación de las relaciones sociales y familiares de la primera lección (“Komo se van a entender con la es-huegra y la kunyada?”).
c) Tercera lección (En kaza): una familia habla de las distintas actividades que se realizan en una cocina (fregar, enshabonar…). Se presenta léxico propio de los diferentes utensilios propios de esta habitación de la casa: “kupas, armario, kantoniko, fregón, pila, shavón, paila, kashón, piroles, kuchiyos, kucharikas, kasherolas, escova…”.
Con cada lección se incluye un pequeño diccionario ladino-inglés, aclarando el origen de los términos empleados que no son propiamente judeoespañoles. Como ejemplo, presentamos aquí parte del que aparece en la Lección 1:
Words of Spanish origin:
* un boyo, un boyiko - a stuffed pastry
* akodrarse - to remember
* bever - to drink
* akodrarse - to remember
* bever - to drink
Words from other sources:* ma, amá - but (Turkish)
* bohor, -a - eldest sibling (noun or adj.) (Hebrew)
* un haber - a piece of news (Turkish)
* bohor, -a - eldest sibling (noun or adj.) (Hebrew)
* un haber - a piece of news (Turkish)
Curso de Ladino[38]
Está disponible desde noviembre de 2011. Se anuncia como curso de ladino para hispanoparlantes, pero inicia cada lección en inglés, indicando el número de esta y su título. El texto oral no está transcrito.
Hay 17 grabaciones en el canal Youtube agrupadas bajo el epígrafe “Nivel 1” (los verbos aparecen solo en infinitivo y en presente de indicativo). Este nivel lo componen cuatro lecciones, cada una de ella dividida en cuatro partes:
o Primera parte: se hace una primera toma de contacto con los contenidos escuchando la grabación.
o Segunda parte: los locutores repiten los mismos enunciados de la primera parte, pero dejan un pequeño espacio de tiempo para que el alumno los repita.
o Tercera parte: se presentan las expresiones adecuadas a los contenidos vistos en la grabación (por ejemplo, percurar de en la primera lección).
o Cuarta parte: las palabras que han ido apareciendo a lo largo de la lección se repiten por orden alfabético, como si se tratara de un diccionario, aunque sin explicar su significado.
Las lecciones, por su parte, muestran los contenidos agrupados de acuerdo a las funciones de la lengua:
a) Primera lección: “En el aeropuerto Ben Gurion”.
b) Segunda lección: “En la kafetería”.
c) Tercera lección: “Kuala es tu profesión?”.
d) Cuarta lección: en el mercado (qué se compra, dónde se compra, qué se prefiere, cuánto cuesta…).
Kurso de Ladino[39]
La Autoridad Nasyonala del Ladino dispone de un curso de lengua destinado a hablantes de hebreo. El texto aparece continuamente en pantalla -sin imágenes- acompañando la lectura de los locutores, que repiten varias veces los enunciados en judeoespañol y en hebreo; se añaden también explicaciones en hebreo.
Hay editadas veinte lecciones entre el 03/06/2012 y el 24/09/12. Sus contenidos están agrupados de acuerdo a las funciones de la lengua, pero al tiempo aparecen los contenidos gramaticales (conjugación verbal: “Yo vivo kon mi madre. Tu vives bien. El vive…”, etc.). Ejemplo de estas veinte lecciones son:
a) Vini. Echaremos lashon 1: Azemos konosensia.
b) Vini. Echaremos lashon 2: David i Sara van al kurso.
c) Vini. Echaremos lashon 5: Los djenitores.
Materiales de consulta
Además de estos cursos anteriores, que tienen como finalidad la enseñanza de la lengua, hay otros dos recursos que consideramos interesantes: un diccionario de judeoespañol y un proyecto de enciclopedia.
Diksionaryo de Ladinokomunita[40]
Entre los recursos disponibles en la red no podía faltar un diccionario. Aunque cierto que podrían mostrarse muchos que pueden descargarse, es necesario destacar este diccionario de judeoespañol que Ladinokomunita ofrece en línea, que explica el significado de cada término, ejemplifica su uso y, además, ofrece la traducción al castellano, al inglés y al turco.
Vikipedya: Portal de la comunita[41]
Se trata de una enciclopedia libre en la que se publican artículos en judeoespañol gracias a la colaboración de los usuarios, de acuerdo con el modelo de Wikipedia.
5. LADINOKOMUNITA: UN ÁGORA VIRTUAL
Brink-Danan (2010) hace ver el choque entre la declaración de la muerte de la colectividad judeoespañola (una colectividad dentro de la colectividad judía), proclamada por los historiadores Esther Benbassa y Aron Rodrigue (2000), y la creación en ese mismo año de Ladinokomunita[42] (LK).
Este grupo de discusión online, al que el autor llamó “Ladinoland”, está coordinado por la profesora Rachel Amado Bortnick, y tiene entre sus miembros a sefardíes repartidos por todo el mundo, y también a amigos de la cultura sefardí, todos ellos interesados en la pervivencia de su lengua y de sus costumbres. Para ser miembro de este grupo es requisito indispensable que las comunicaciones que se presenten estén escritas en judeoespañol de acuerdo a las normas ortográficas de AY.
Esta actividad de cuidado y estudio hacia todo lo relacionado con la lengua y la cultura judeoespañola se concreta en intervenciones como las que siguen:
o Recomendación cinematográfica:
“Ayer (…) topi a este filmo (Day of Wrath, de Adrian Rudomin). Es la istorya de una famiya de konversos en la Espanya del siglo XVI. Vos lo enkomendo.“
o Invitación a actos culturales:
“En el ultimo (no. 92) de Aki Yerushalayim aviamos meldado sovre livro de la muzikologa Susana Weich-Shahak, "Ciclo de la Vida en el Repertorio Musical de las Comunidades Sefardies del Oriente." (…) El llivro, publikado en Espanya el anyo pasado, es bazado en las enrejistrasiones ke izo la dra. Weish-Shahak en Turkia, Bulgaria, Gresia, Serbia, i Yerushalayim. En Israel tendra lugar la prezentasion de este emportante livro en alhad, el 26 Mayo, a las 8 de la tadre en el teatro Inbal en Tel Aviv. La invitasion esta aki en anekso.”
o Explicación al uso de una frase hecha:
“Mi Grandmama deziya tambien siempre kuando se niervava: "Pasensia ke mi de el Dio". “
o Significado de palabras (“desmodrado”):
“Mi madre uzava este biervo kuando una persona aziya exageración en su manera de estar o de avlar. I se lo iziya kuando estava muy araviada. Parese ke tiene una sinifikasion muy negativa, fuertemente negativa.”
o Noticias de interés general:
“George Moustaki murio en Nice, Fransia, oy demanyana a la edad de 79 anyos.“
o Pequeñas lecciones sobre lengua:
“En espanyol medieval egziste embair ke sinyfika a la ves enganyar i seduzir. Siendo ke al prefikso em- se puede substituir son- el de sonreir, savemos agora ke estamos en presencia de un verbo verdaderamente espanyol. Lo eskrivo aki kon adjile, en otro mail dare su etimolojiya.”
Y días después añade:
“Corminas dize: "embair”, 'ofuscar, embaucar, engañar, significó en la Edad Media 'avergonzar, confundir' y más antiguamente "atacar, atropellar, maltratar' y procede del latin INVADERE, 'invadir,'acometer', etc. No olvidemos ke asta 1250, el espanyol en formación se yamo ladino forma derivada de latinu por sonorizasion de la T en D i la avertura de la U en O, siendo ke ya no se diziya “latine loquor” komo en latin klasiko , ama “latinu fabulo” ke dio “ladino avlo”. “Fabulare” es la forma intensiva, komo “parabolare” ke dio “parlare” e italiano i “parler” en franses, como “lehagid” (kontar o rekontar) del ebreo ke agora sinyifika simplemente ‘dizir’ o ‘avlar’ (tagidli = dizeme). Estos trocamientos semantikos los estudyi en mi artikulo “Étude dialinguistique: “L'homme de regards ou Ce que parler veut dire : "voir", "parler"; "dire" dans les langues; Réflexions préliminaires', in Hommage à Bernard Pottier, Paris 1988. I kon akel ladino se izieron las primeras traduksiones de la Biblia ebrea, ama respektando la sintaksa del ebreo i aziendo korresponder una palavra espanyola a una ebrea i siempre la mizma salvo kuando el traduktor adoptava la interpretasion de Rachi , Redaq o otro komentarista”.
o Varias respuestas para una misma pregunta sobre significado de una expresión en un texto determinado:
“En el livro de "Shakas i Refinamientos" ke salyo a luz en 1935, en Tel aviv (en ebreo), mos konta el autor Alter Druyanov: “Un dia de la semana salyo Hershele Ostropoler a la plasa, vestido de Shabat. Koza Kurioza!!” 1) Es ke se enrekesyo (ensupito) este Hershele? 2) O (mas ke seguro) ke de tanta provedad, ya estruyo todos sus vestidos harapateados (harapos); i agora, todo lo ke le kedo - son solamentte los vestidos de Shabat.”
o “Todos teniamos "vestidos de Shabat", ke eran mas buenos de kualitad i vista, de los ke vestiamos entre la semana. Algunas vezes dezian esta dicha para dezir ke la persona estava vestida demaziadamente "shik" (chique) para el lavoro.”
o “Me parese klaro ke esto kere dizir ke si Djoha se vistio el vistido de Shabat en un dia de la semana, puede ser porke es muy riko i se viste un vistido muy bueno mismo un dia de semana, o puede ser porke es muy prove i tiene un solo vistido, para vistir en dia de Shabet komo en dia de semana.”
o Información sobre las clases de ladino que se pueden seguir actualmente:
“Un video maraviozo, suvido oy a youtube por la Autoridad de Ladino, mos amostra una de las klasas de ladino dirijida de muestro amigo Daniel Halfon. Esta es en Holon, serka de Tel Aviv. Fue un plazer ver i sintir a todos, todo en muestra lingua. No pedrash de verlo.”
A continuación se incluye el enlace que lo permite[43].
Las intervenciones han ido aumentando desde la puesta en marcha de la comunidad virtual hasta el momento actual: se ha pasado de las 1301 del primer año (2000) a las 4094 del año 2012. La gráfica nos muestra que el número de intervenciones es variable, pero, por lo general, no es inferior a las cuatro mil anuales. Se ve también que a partir de 2005 hay una aumento considerable de estas:
5. 2. Análisis de un estudio realizado entre los miembros de LK
Entre los miembros de la comunidad (colaboraron cuarenta y tres miembros) se hizo un pequeño sondeo para ver cuál era el estado de la lengua judeoespañola más allá del mundo virtual. Se consideró el judeoespañol como una lengua distinta del español a efectos estadísticos.
El cuestionario fue el siguiente:
ENCUESTA REALIZADA A LOS MIEMBROS DE LADINOKOMUNITA
Panorama actual del judeoespañol (2012/2013)
3. ¿Sigue viviendo donde nació?
4. ¿Ha vivido en otros lugares?
8. Es Vd. hablante de judeo-español porque:
9. ¿Tiene hijos?
10. En cuanto a sus pasatiempos,
a) ¿Se considera Vd. lector, aunque solo sea ocasionalmente
¿Alguna vez lee textos en djudeo-espanyol?
b) ¿Escucha la radio?
No
Sí …… ¿En qué lengua? ¿Con qué frecuencia?
c) ¿Ve la televisión?
No
Sí …… ¿En qué lengua? ¿Con qué frecuencia?
d) ¿Utiliza Internet?
No
Sí …… ¿En qué lengua? ¿Con qué frecuencia?
¿Cuáles de las siguientes actividades realiza?
Los resultados son los siguientes:
a) Por edad
Se observa que la mayor parte de los hablantes (más de dos tercios) supera los 66 años. Es llamativo que no haya ningún hablante en el rango de edad comprendido entre los 36 y los 50 años, y sin embargo haya hablantes de menos de 35. Sí puede ser llamativo que de estos hablantes de menos de 35 años, uno no conocía la lengua, sino que se aproximó a ella por interés en la cultura sefardí (confiesa no haber nacido judío).
b) Por sexo
El número de hablantes está más o menos equilibrado, aunque hay un mayor porcentaje de varones (57,9%). No es este un dato que merezca un análisis de ningún tipo.
c) Por profesión
Prácticamente todos tienen estudios universitarios (abogados, ingenieros, geólogos, físicos, médicos, periodistas…), que sería muy prolijo detallar, aunque sí se puede destacar que hay un número considerable de profesores. Podemos deducir de esto que el nivel cultural es alto o muy alto, y que, junto a la movilidad geográfica, está en la base del plurilingüismo que caracteriza a los miembros de LK.
d) Lugar de nacimiento
En cuanto al lugar de nacimiento, la mayoría es natural de Turquía (supone casi un tercio de los hablantes), seguido de Hispanoamérica, sobre todo de Argentina, aunque también hay informantes nacidos en Chile, Costa Rica, Colombia, Cuba y México.
e) Por lugar de residencia
Residen mayoritariamente en los Estados Unidos, Israel, Francia e Hispanoamérica. Es llamativo, a este respecto, que muchos de los nacidos en Turquía (aproximadamente dos tercios de los nacidos allí) hayan emigrado a otros países, preferiblemente a Israel.
Y algo semejante ocurre con los nacidos en otras zonas del antiguo Imperio otomano (Grecia, Bulgaria), que ya no residen allí, sino que han elegido otros destinos europeos.
Los nacidos en Francia y en áreas hispanoamericanas, salvo en un caso, no residen actualmente en Israel, aunque puedan haber pasado algún tiempo viviendo en ese país. Por lo general, permanecen en su zona de nacimiento, aunque hayan tenido estancias en el extranjero, algunas de varias años.
f) Por lenguas de comunicación
En cuanto a la lengua con la que mantienen las relaciones laborales, sociales y familiares, es destacable el plurilingüismo: frecuentemente emplean más de una lengua en su vida cotidiana.
De entre todos los entrevistados, solo uno dice hablar judeoespañol en su trabajo. Lo más habitual es que empleen la lengua del país de residencia, aunque también también se comuniquen en otras a causa del tipo de actividad que desempeñen.
Las lenguas que emplean con los amigos son también varias: un 20% dice hablar en judeoespañol con los amigos siempre que pueden, y que eso les gusta especialmente; pero las lenguas mayoritarias son, por este orden: turco o español, hebreo, francés e inglés. Lo más frecuente es que empleen más de una lengua en este ámbito.
Como lengua de uso en la familia, el judeoespañol está presente en menos de un 25% de los casos. También es habitual que esta lengua conviva con otras en el ámbito familiar, sobre todo con el inglés, el hebreo, el turco, el español y el francés.
Pero, fijándonos en las lenguas en que son capaces de recibir información (lectura, radio, televisión, Internet) se evidencia más este plurilingüismo:
g) La transmisión generacional de la lengua
El judeoespañol fue la lengua materna para la gran mayoría de los colaboradores. Cuando no era así, era la lengua a la que habían accedido por estudio, aunque por lo general ya la había hubieran oído –pero no hablado, o hablado muy poco- en su infancia, salvo en un caso en que este acceso a la lengua ha estado motivado por el estudio previo del español; otro en que el informante dice haberse acercado a la lengua y la cultura sefardí por interés; y un tercer caso, en que el hablante reconocía saberla por haberla estudiado, pero sin especificar los motivos que lo habían llevado a ello.
En cuanto a la transmisión generacional, de los que tienen hijos solamente el 14,29% habla en esta lengua con ellos. Es curioso que se trata en todos los casos de residentes en países de habla española, salvo en un caso, en que el hablante es de Turquía, donde vive. De entre estos hablantes de judeoespañol, los dos tercios reconocen hablarlo muy poco (algunas palabras, refranes y frases hechas); y solo un tercio lo habla con una cierta normalidad, lo que supone apenas un 3% del total.
Algunos de los que decidieron no hablar judeoespañol con sus hijos dicen que esto estuvo basado en la necesidad de que conocieran correctamente la lengua del país de residencia; otros, sin embargo, dicen que su cónyuge no era sefardí y, al no conocer este la lengua, hubo la obligación de buscar una lengua común para todos.
Por lo general, indican que no hablan judeoespañol con sus hijos porque estos no conocen la lengua o porque no les interesa. No hacen ninguna aclaración respecto a lo primero, y resulta llamativo, porque los hijos aprenden la lengua en que les hablan sus padres, lo que indica que fueron los propios hablantes los que impidieron ese conocimiento.
6. CONCLUSIONES
Por el análisis de los recursos analizados, el judeoespañol parece que ha perdido su valor como lengua de comunicación habitual para la mayor parte de los sefardíes desde hace ya algunos años, y ha quedado relegada para usos culturales y casi sentimentales. La particular historia del pueblo judío sefardí (dispersión geográfica, relativo aislamiento dentro de las comunidades donde se instalaron gracias a las particulares condiciones de que gozaron y, por último, la sensación de que su lengua no servía para acceder al conocimiento moderno –escolarización en francés e italiano gracias a la Alliance Israélite Universelle-) son algunas de las causas de esta pérdida de hablantes.
Es fácil aventurar que en pocos años desaparecerán los hablantes de judeoespañol, ya que prácticamente se ha roto la transmisión generacional de la lengua y esta, según Moreno Cabrera (2000: 125), es uno de los factores que influyen decisivamente en su desaparición:
“Las lenguas que no puedan transmitirse a través de la adquisición natural están condenadas a desaparecer, sencillamente porque al no formar parte las lenguas de la herencia genética deben ser aprendidas. (…)
Cuando un idioma se muere es porque la comunidad que la habla se muere o porque dicha comunidad adopta (casi siempre de modo obligado) otra lengua natural”.
En el caso de los hablantes de judeoespañol, esta obligación viene impuesta por la necesidad de formar parte de una sociedad que no contempla esta lengua como vehículo de comunicación de forma general. No se trata de una lengua normalizada.
El judeoespañol, además, no dispone de medios para su aprendizaje en las escuelas oficiales: tan solo en Israel es posible acceder a clases de judeoespañol en las universidades. Y tampoco dispone de medios de difusión, más allá de los periódicos vistos y alguna emisión de radio, a la que se puede acceder vía Internet.
Tampoco se trata de una lengua normativizada, lo que aumenta las vacilaciones, sobre todo en la transcripción. Grupos como la revista AY y como los miembros de LK realizan una labor, en este aspecto, cercana a la académica, ya que sirven de guía para otros usuarios.
Es importante también, en este aspecto, que muchos sefardíes se han instalado en zonas donde hay una mayoría de asquenazíes (judíos de Europa Central y Oriental), como los Estados Unidos, elegidos por buena parte de los emigrados de Turquía y del norte de África. El judeoespañol, por esto, pierde peso, mientras que el yiddish lo gana.
7. BIBLIOGRAFÍA
7. 1. Libros y artículos
BRINK-DANAN, M. (2011): “The meaning of Ladino: The semiotics of an online speech community”, Language & Communication, nº 31. RU (pp.107-118).
DÍAZ-MAS, Paloma (2006): Los sefardíes. Historia, Lengua y Cultura, 4ª ed. Revisada. Barcelona: Riopiedras Ediciones, Barcelona.
LAPESA, R. (1981): Historia de la Lengua Española, 9ª ed. Madrid: Gredos (pp. 524-534).
MORENO CABRERA, J.C. (2000): La dignidad e igualdad de las lenguas. Crítica de la discriminación lingüística. Madrid: Alianza Editorial.
PÉREZ, J. (2005): Los judíos en España. Marcial Pons, Madrid: Ediciones de Historia.
ZAMORA VICENTE, A. (1967): Dialectología Española, 2ª ed. Madrid: Gredos (pp. 349-367).
7. 2. Bibliografía mencionada
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PULIDO FERNÁNDEZ, Á. (1905): Españoles sin patria y la raza sefardí. Disponible para lectura online o para descarga en diversos formatos en la URL (marzo de 2013) http://archive.org/details/espanolessinpat00puli, facilitado por University of California Libraries.
QUINTANA RODRÍGUEZ, A. (2006): Geografía lingüística del judeoespañol: studio sincrónico y diacrónico. Bern: Peter Lang.
7. 3. Fuentes electrónicas
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HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, C.: “La lengua sefardí en América: aspectos morfosintácticos”, en “La dimensión léxica y el problema de las zonas dialectales”. Actas del Congreso Internacional de la Lengua Española, Valladolid, 2001. El Instituto Cervantes permite su lectura en la URL http://congresosdelalengua.es/valladolid/ponencias/unidad_diversidad_del_espanol/ 2_el_espanol_de_america/hernandez_ca.htm.
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LLEAL, C. (1992):”A propósito de una denominación: el judeoespañol”. Actas del II Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española. Tomo II, Madrid, Pabellón de España (pp. 200-205). Disponible en la URL: http://www.cervantesvirtual.com/obra/a-propsito-de-una-denominacin-el-judeoespaol-0/.
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SENTRO DE INVESTIGACIONES SOBRE LA KULTURA SEFARDÍ OTOMANO-TURKA. Disponible en la URL (junio de 2013) http://www.istanbulsephardiccenter.com/.
[1] En la Edad Media, comunidad de judíos o de moros; también lugar donde habitaban.
[3] Descendientes de Fátima, hija de Mahoma, que gobiernan Marruecos.
[4] En hebreo, término para referirse al Holocausto.
[5] Texto romance escrito con caracteres hebreos.
[6] En http://www.youtube.com/watch?v=s2RLhDRp8V4 (aprox. en 0:40).
[7] En http://www.youtube.com/watch?v=NNavXYxo_4U (aprox. en 1:40).
[8] En http://www.youtube.com/watch?v=mg0MUuPWBGs (aprox. en 13:15, 5:22 y 12:15, respectivamente).
[9] Enlace de nota 8 (en 00:31: y 00:35; 00:40 y 00:45; y 01:25 –seseo-, respectivamente).
[10] En http://www.youtube.com/watch?v=6q323m0RRPU (en 04:50 y 04:59, respectivamente).
[11] En http://www.youtube.com/watch?v=NNavXYxo_4U (en 1:46).
[12] En http://www.youtube.com/watch?v=zizyPZQUfQw.
[13] En http://www.youtube.com/watch?v=6q323m0RRPU (0:01 y 2:57, respectivamente).
[14] Ejemplo tomado de García Moreno (2010).
[15] http://www.aki-yerushalayim.co.il
[16] http://www.aki-yerushalayim.co.il/ay/078/index.htm
[17] http://184.173.197.201/~sefarad/lm/index.html
[19] Ver en páginas siguientes.
[20] www.salom.com.tr/
[22] Parlamento israelí.
[23] (sic) Extraído de la página web de la Autoridad Nasionala del Ladino i su Kultura.
[24]http://www.ladino-authority.com/Ladino%20ver/hugim_Full%20-%20Ladino.htm
[25] http://www.cidicsef.org.ar/
http://www.istanbulsephardiccenter.com/index.php?contentId=124&mid=117
[34] http://www.youtube.com/watch?v=gpynbiQkHVw . En este caso la fonética tiene rasgos del hebreo, no del judeoespañol.
[42] http://groups.yahoo.com/group/Ladinokomunita/
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